TU MAY FADER

Pues si, como veis estoy puesta con el inglis.
Como es su día, os voya a hablar de mi padre. Hasta ahora sólo he mencionado a mis hermanas y sobrinas. Y es que claro, somos mayoría. Mi hermanas y mis padres sólo saben hacer niñas, y casi todas les salen guapísimas. Menos mal que estoy yo para bajar el listón de guapura en la familia, porque sino...lo tendrían muy subidito.
Qué decir de él....bueno, que lo quiero mucho, eso para empezar.
Siempre me echa un mano. Ya sabeis que hay personas que solucionan problemas y otras que se aturuyan y no furulan. Mi padre es de los primeros. Así que para cada pijotá que me surge, lo llamo. A mi chico le da rabia pero...ahora que no me oye, es que él no me soluciona nada. Padre no hay más que uno. Como soy la menor de tres hermanas, pues me han mimado los dos mucho, lo se, lo reconozco, y me encanta. Yo me dejo mimar. Por mi madre es indiscutible, como todas las madres, pero por mi padre también. Me salva. Ese es mi padre. Un salvador. Seriote, de pocas palabras, de mirada uraña, .... de Alcaraz, vamos, en plena sierra.
Nos hizo vivir (pobrecito) nuestro particular 11/09. El mismo día que las torres gemelas caían por el choque de los aviones nosotras corríamos al hospital porque a mi padre le explotaba un batería de coche en la cara. Afortunadamente el ácido fue hacia otro lado, pero el plástico le dio en toda la cara y casi pierde un ojo. Operaciones varias y revisiones muchas más ya, por fin, esta semana pasada en Barcelona, le han dicho que sólo lo tienen que ver cada dos años. Tiene un 20% de visión en ese ojo. Ese momento fue crucial en nuestra familia. Nos unió de tal forma que desde entonces, somos una super-piña. Por desgracia, otras enfermedades posteriores no han hecho más que afianzar esa super-piña. Y estamos todos junticos, bien avenidos, y juntándonos cada sábado a comer en casa de mis padres. Es él el que cocina en casa siempre, no sólo los fines de semana, y cocina de miedo. Es muy gruñón, y como todas las personas, ha metido la pata hasta el fondo en algunas ocasiones, pero .... yo se lo perdono todo. No lo puedo evitar. Es el mejor padre del mundo. Y lo tengo a mi lado. Lo disfruto a cada momento.
De él me viene la pasión por la agricultura y os puedo decir que los momentos que más disfruto a su lado es cuando en la parcela me va enseñando, tranquilamente, cada hilera de la huerta, con sus entresijos....Me encanta.
Mi padre tiene 66 años y, por segunda vez, nos pidió un bolso para el día del padre, y es que para él fue todo un descubrimiento eso de los bolsos, así que ese fue su regalo, pues lo celebramos el viernes pasado. Un papi bastante moderno. Nos acompañó a uno de los consiertos de Bruce Springsteen, en Madrid, hace unos años. Me gusta mi padre.
Espero disfrutarlo muuuucho tiempo más.
Besos papi